El anuncio de España de que no participará en la próxima edición de Eurovisión si Israel no es expulsado del certamen es un salto cualitativo, al implicar a uno de los países organizadores más importantes del festival y presionar aún más a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), la entidad organizadora del concurso, para que tome una decisión.
Con España dando un paso al frente y, de momento, otros cuatro países tomando la misma postura, a los que puede que se sumen otros en las próximas semanas, deja a la UER en una delicada posición en la que no puede seguir ignorando el asunto.
La decisión que se adopte solo tiene dos salidas: seguir acogiendo a Israel sin tomar ninguna medida, mientras se deteriora su imagen internacional del festival, o expulsar al país hebreo de la competición.
Ultimátum de cinco países
La polémica sobre la presencia de Israel en Eurovisión ha estado presente durante los dos últimos años, después de que Tel Aviv iniciara en octubre de 2023 su sangrienta ofensiva contra la Franja de Gaza, que ya se ha cobrado la vida de más de 65.000 palestinos, la inmensa mayoría de ellos civiles, y en la que la Comisión de Investigación de la ONU ha dictaminado que Israel está cometiendo un genocidio.
🇮🇪RTE threatened to withdraw and not participate in #Eurovision 2026 if Israel will stay in the contest. pic.twitter.com/AgQFQ2S7qJ
— Eurovision News (@EurovisionNewZ) September 11, 2025
Tras la polémica edición de este año en Suiza se reavivó el debate, y en las últimas semanas las radiotelevisiones públicas de cinco países han anunciado que no participarán si lo hace Israel: la primera en hacerlo fue la RTVSLO de Eslovenia, seguida de RÚV de Islandia, RTÉ de Irlanda, AVROTROS de Países Bajos y, por último, RTVE de España.
Un miembro del 'Big Five'
España ha sido el primer miembro del llamado 'Big Five' en dar este paso. Se trata del grupo de de cinco cadenas públicas que más aportan económicamente a la UER y que completan Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
Además, España ostenta la presidencia del Grupo de Referencia, el organismo que se encarga de tomar las decisiones respecto al festival. El cargo es ocupado por Ana María Bordas, exjefa de delegación de España y actual directora de Producción de Contenidos de RTVE.
La postura española puede convertirse en una medida de presión para que otros países sigan su ejemplo, así como crear debate en propio seno de la UER. RTVE anunció que, en caso de no participar, tampoco emitiría el festival, que este año tuvo en el país una audiencia de casi 6 millones de personas.
¿Cuál es la postura de la UER?
Tras el comunicado difundido por RTVE anunciando su ultimátum, la UER respondió asegurando que el Grupo de Referencia "ha tomado nota de las preocupaciones expresadas por algunas cadenas respeto a la decisión sobre la participación de Israel en la próxima edición".
El grupo "está siendo informado sobre las consultas con todas las emisoras y organizaciones mundiales" y evaluando "los posibles impactos y consecuencias de cualquiera de las dos decisiones", declaró el ente. La decisión definitiva se espera que se tome en diciembre.
Dos salidas
La deliberación de la UER solo tiene dos salidas: mantener la participación israelí o expulsar a su radiotelevisión pública, KAN, que ya ha anunciado que no piensa retirar su participación voluntariamente.
La primera de ellas supondría mantener la crisis de imagen internacional que arrastra Eurovisión en las dos últimas ediciones, mientras corre el peligro de que se sumen otros países anunciando nuevas retiradas, recortando el presupuesto, los espectadores y los ingresos.
La segunda opción, expulsar a Israel, llevaría a la UER a un escenario desconocido, ya que cabría la posibilidad de que otro grupo de países que no estuvieran de acuerdo con la decisión amenazaran a su vez con su renuncia u otro tipo de acciones. Entre este grupo estarían Alemania, Grecia, Chipre o Italia.
El problema de la publicidad
Además de los países que apoyan abiertamente a Tel Aviv, que estarían encabezados por Alemania, hay que contar con que el patrocinador principal de Eurovisión es la empresa de cosmética israelí Moroccanoil, que ha estado ligada al certamen desde 2020.
¿Hay precedentes de expulsión?
Los precedentes más cercanos se remontan a 2021, cuando se expulsó a Bielorrusia por incumplir las normas del concurso, y 2022, cuando se vetó a Rusia solo un día después de que Moscú iniciara su operación militar especial en Ucrania. En esa ocasión, la decisión llegó tras la solicitud de las radiotelevisiones de ocho países.