Richard Grenell, enviado especial del Gobierno de Donald Trump para misiones especiales, dijo la víspera en Paraguay que considera que Venezuela y EE.UU. pueden llegar a un acuerdo para "evitar la guerra".
En una entrevista durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Paraguay, Grenell recordó su reunión con el mandatario venezolano, en enero pasado.
"He estado con Nicolás Maduro. Me he sentado frente a él, he articulado la posición de 'América primero'; entiendo lo que él quiere. Creo que aún podemos llegar a un acuerdo; creo en la diplomacia. Creo en evitar la guerra", manifestó.
En esa oportunidad, el presidente venezolano calificó el encuentro como "positivo" y adelantó que se había llegado a "algunos acuerdos para el bien de los dos países y de toda la región".
Una rendija para la paz
Grenell abre una rendija para el diálogo en un momento de máxima hostilidad entre Washington y Caracas, tras el despliegue militar estadounidense en el Caribe desde agosto pasado; el ataque a tres embarcaciones atribuidas sin pruebas a Venezuela, donde supuestamente habrían sido asesinadas 14 personas, y el asalto por más de ocho horas a un pequeño bote pesquero del país suramericano.
Caracas ha dicho que se encuentra frente a una "agresión en camino de carácter militar" por parte del Gobierno estadounidense, mientras que el inquilino de la Casa Blanca ha ratificado su acusación, sin pruebas, contra Venezuela de supuestamente enviar drogas a su país.
Esta semana, Maduro dijo que las comunicaciones con EE.UU. están "desechas", lo que implica un traspiés a las negociaciones que existían entre ambos países. Aunque las tensiones han ido escalando, a principios de septiembre, el mandatario venezolano manifestó que había canales de comunicación abiertos, aunque "maltrechos" y "malogrados", con Grenell y el encargado de Negocios, ad interim, de la Oficina Externa de EE.UU. para Venezuela, John McNamara".

¿Un secretario de paz o de guerra?
En la entrevista, Grenell también expresó que considera que "cuando el presidente de EE.UU. está sentado en su escritorio de la Oficina Oval, debe haber dos voces fuertes frente a él". Una, del Pentágono, que diga 'No negocio, me llamas cuando estés listo para ir a la guerra'. Del otro lado, debería estar el 'Secretario de Paz', del Departamento de Estado, que diga: 'Aún no hemos terminado de negociar'".
"El Departamento de Estado es el secretario de Paz. Y cuando tienes eso, tienes a alguien que aboga por más maniobras gubernamentales: sanciones, aislamiento, aranceles; hay un montón de herramientas que el gobierno estadounidense puede usar desde el lado pacífico, antes de transferir el expediente a aquellos que están listos y equipados para ir a la guerra", agregó.
A pesar del deseo pacífico expresado por Grenell, Caracas considera que el secretario de Estado, Marco Rubio, encarna precisamente todo lo contrario. En la rueda de prensa del pasado lunes, Maduro catalogó al funcionario estadounidense como "el señor de la muerte y de la guerra, del odio".
El secretario de Estado de EE.UU. en varias ocasiones ha acusado a Maduro de liderar un cártel de drogas, sin presentar ninguna prueba, y ha expresado que no le importan los informes de Naciones Unidas que descartan que Venezuela sea un productor de sustancias ilícitas de la región, como lo señala Washington.
El alto funcionario también aseguró a principios de septiembre que fuerzas militares de su país le habían propinado "un ataque letal" a un "barco con drogas" que habría salido de suelo venezolano.
Por su parte, el Gobierno venezolano ha señalado a Rubio de alentar la llamada "diplomacia de las cañoneras" y de "querer manchar las manos de Trump de sangre venezolana" al llevarlo a una guerra.