Diplomáticos europeos opinan que Kaja Kallas, la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), es demasiado directa y parece más una agente de Policía, informó Foreign Policy este martes.
El medio hizo hincapié en que su posición fuerte contra Rusia y su reputación de 'halcón' con respecto a Moscú la privaron de la oportunidad de encabezar la OTAN, y por eso se le ofreció una alternativa: liderar la diplomacia del bloque comunitario. Sin embargo, dicen, su enfoque no le ha servido de mucho en su nuevo cargo.
"Esperamos que sea, bueno, más diplomática", apuntó un diplomático europeo a Foreign Policy. "Es más policía que diplomática", afirmó otro funcionario de Exteriores de la UE. "Su día empieza y termina con Rusia", agregó. En ese contexto, el medio destacó que la tendencia de Kallas a "decir lo que piensa" ha hecho más tensas las relaciones entre la UE y EE.UU., al tiempo que irritó a otras gran potencias del mundo, como la India y China.
Además, precisan que la jefa de la diplomacia europea fracasó en alcanzar un consenso en el bloque comunitario sobre la guerra en Gaza, así como sobre el conflicto ruso-ucraniano. Sin embargo, en septiembre de este año aseguró ella que había hecho "mucho más" para resolver el conflicto en Gaza que su antecesor, Josep Borrell, que, según el medio, fue una voz destacada en contra de la campaña militar de Israel en el enclave palestino. "He logrado más en este expediente que mis predecesores […]. No salió nada de la Comisión cuando Borrell era el vicepresidente", expresó.
Foreign Policy indicó que tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, como el canciller alemán, Friedrich Merz, el jefe de la OTAN, Mark Rutte, e incluso la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pasaron a primer plano la normalización de las relaciones con Washington. Mientras, Kallas quedó "marginada" en ese proceso, ya que se la consideraba demasiado crítica con Washington, señaló uno de los diplomáticos.
Previamente, Politico informó que Kallas enfrenta una creciente presión en Bruselas por su gestión de los principales conflictos internacionales, como el ucraniano y la crisis en Gaza. Fuentes citadas por el medio señalan que su liderazgo "no ha impresionado" a varios comisarios, y se reportan fricciones con el presidente del Consejo Europeo, António Costa, lo que evidencia su dificultad para consolidarse como figura de consenso.